El pasado jueves nos reunimos cientos de personas en la Plaza Independencia con un objetivo: manifestarnos “Contra el exterminio de la memoria”.
Había un sentimiento común de todos los que estábamos allí presentes, sabíamos que había llegado la hora de hacer algo. Éramos conscientes de que no podíamos seguir callando.
Los objetivos eran varios. Buscábamos repudiar los dichos del embajador iraní y el sistemático mensaje que dicho gobierno transmite así como también comprometernos con la veracidad histórica de los hechos que han marcado nuestra era. Sentíamos la necesidad de comprometernos con los sobrevivientes y con nosotros mismos, en que la relativización y la negación que crecen día a día en este mundo que a veces parece ciego, no logrará que olvidemos nuestro pasado.
Nosotros, como jóvenes, hemos recibido un legado de nuestras generaciones pasadas y debemos transmitirlo a las futuras generaciones. Por esta razón, nos vimos en la necesidad de pedir, una vez más, la obligatoriedad de la enseñanza en el sistema educativo uruguayo, tanto de la shoá como de los demás genocidios, ya que no podemos permitir que el futuro crezca sin conocer lo que la humanidad fue capaz de vivir.
Lo que más nos preocupa es no sólo los genocidios como hechos históricos, sino lo que ellos representan. Son el reflejo de la intolerancia, de la discriminación, de la violación del derecho a la vida.
No tenemos como saber si, a partir de esta manifestación, la cual nosotros consideramos exitosa, podremos ver resultados. Esperemos que sí. Creemos que en un país como el Uruguay, caracterizado a lo largo de su historia por sus valores y por el respeto de los Derechos Humanos, lo que estamos pidiendo debería ser algo natural, que no necesite de nuestra presión para llevarse a cabo.
En esta movilización pudimos mostrar que hablar de genocidio no es hablar de judíos. La shoá involucró mucho más que judíos. Tuvo como víctimas también a discapacitados, afrodescendientes, gitanos, homosexuales, entre otros. La historia, además, a veces olvida también otros genocidios vividos, como el genocidio armenio. Es por ésto, que agradecemos también a las distintas organizaciones de la sociedad civil por fuera de la colectividad que nos han apoyado y se han manifestado a favor de esta causa haciéndole llegar nuestro reconocimiento a: Mundo Afro, Atabaque Uruguay, Grupo Choñik (descendientes de indígenas), Celade, al igual que a las personalidades políticas de nuestro país que han adherido.
Porque creemos que el mundo no puede olvidar su pasado ya que de hacerlo estaría condenado a repetirlo, y porque creemos firmemente que la educación es la forma de evitar repetir dichos trágicos acontecimientos, es que el pasado jueves nos movilizamos y por esta misma razón es que seguiremos luchando.
Muchas gracias a todos quienes nos acompañaron en esta manifestación, demostrando que con libertad de expresión y en forma pacífica, es posible reivindicar nuestros derechos.
Karina Sapolinski
Presidenta
Federación Juvenil Sionista
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